Las coronas temporales o provisorias, son una pequeña funda que tiene la forma del diente y se fija sobre este o en el implante, mientras que la corona o el puente definitivo se están manufacturando.
Las coronas temporales son fabricadas, generalmente, por los propios dentistas en sus consultorios, a diferencia de las coronas permanentes que se realizan en un laboratorio dental. Cada corona dental es especial (porque las dimensiones son diferentes en cada pieza dental, y en cada paciente), por lo que se construye una distinta en cada ocasión. Hay que realizar pruebas antes de obtener una prótesis definitiva. Todo esto lleva unos días, por ello existen coronas dentales temporales que funcionan como sustitutos de las coronas definitivas.
Las coronas temporales se utilizan para proteger al diente del dolor, sirven para proteger los tejidos duros del diente contra los microbios. También se realizan para no sentir molestias mientras se come durante el periodo de tratamiento, para prevenir el crecimiento excesivo de las encías alrededor del diente limado, y en muchos casos, se utilizan tanto para la funcionalidad, como también para el mejoramiento del aspecto estético de los dientes.
Las coronas temporales se suelen hacer de resina o de metal, por su corto tiempo de uso. Cuando se utiliza este tipo de corona es conveniente tener cuidado ya que es más fácil que se caigan o se desmonten por algún golpe o por masticar muy fuerte.
De todos modos, al tratarse de una corona temporal siempre puede volverse a colocar con facilidad siendo en ocasiones el mismo paciente quien con cemento dental se vuelva a colocar la corona.
Coronas temporales de metal
En general para coronas temporales se utiliza el acero inoxidable por su bajo costo y su corto plazo de utilización. Las coronas de acero inoxidable son del tipo prefabricadas, se utilizan principalmente como una medida temporal, para proteger la pieza dental, mientras que una corona permanente se elabora en un tipo de material para un uso definitivo.
Las coronas de metal resisten el proceso de morder y masticar, siendo las más duraderas en cuanto a su resistencia al desgaste, ya que raramente se pican o se rompen. Sin embargo, el aspecto negativo que se encuentra en las coronas de metal es su color llamativo y oscuro, siendo de esta forma una opción recomendable para aquellos molares que no estén a la vista.
Coronas temporales de resina
Lo que más tienen a favor las coronas de resina, es que es el material más económico en comparación con la porcelana o el metal. Por otra parte, y como aspectos negativos, hay que tener en cuenta que se desgastan más rápidamente, así como también son propensas a fracturas y roturas, por lo que se utilizan para un uso que se sabe que será de poco tiempo.
- Corona temporales de resina a corto plazo
- Corona temporales de resina a largo plazo
La corona temporaria a corto plazo dura de algunos días a algunas semanas y se utiliza en general cuando el paciente está en la espera de la realización de la corona permanente en el laboratorio dental. Está hecha en acrílico simple y no es costosa.
Si el tratamiento durará algunos meses, se debe buscar una solución más duradera. En ese caso se requiere una corona temporaria de resina de largo plazo. Estas, están construidas con resina de una calidad superior, un tipo de resina más resistente que proporciona un mayor tiempo de utilización. Podrá substituir el diente durante 3-6 meses protegiéndolo y asegurándole la masticación y la estética, hasta la fijación de la corona definitiva.
Coronas temporales de metal – resina
Este tipo de corona temporaria de metal-resina, llamada también corona de metal-acrílica, puede durar hasta algunos años si están bien mantenidas y curadas. Ese tipo de corona se utiliza como corona provisional, pues es una solución de largo plazo. También puede ser definitiva, para aquellos pacientes que no están en condiciones econonómicamente de poder poseer una(s) corona (s) de zirconio o de metal-cerámica.
En definitiva, las coronas temporales no están diseñadas para durar por un largo tiempo, pues su función consiste en preparar la encía para la cementación de la corona definitiva. Es por eso, que los dentistas no ofrecen ningún tipo de garantía, incluso si las personas deciden llevarlas por mucho más tiempo, no sólo durante el periodo de tratamiento.