Sabemos que, la visita al odontólogo la mayoría de las veces, se lo hace por los problemas que suelen provocar las caries. Cuando el paciente puede distinguir un dolor o una molestia, ya se encuentra en una situación crítica, porque para que la caries produzca dolor, es porque ya está en contacto con las partes sensibles de las piezas dentales.
Por eso, el descubrimiento de una caries, no debe ser hecha por el paciente, sino por el odontólogo, al momento que se realicen visitas programadas, cada seis meses o poco más, dependiendo de los antecedentes de enfermedades dentales del paciente.
En todos los temas relacionados con la salud, la prevención es la mejor acción para llevar adelante.
Como sabemos, en las visitas periódicas que hacemos al odontólogo, este, además de una revisación general, efectúa una limpieza de la placa bacteriana, que, si se la deja actuar, los ácidos que se producen con la acción de deshechos y bacterias, arruinan la superficie del diente, que es el esmalte dental.
Por eso decíamos, que si es el paciente quien descubre la caries, es porque el proceso ha llegado a un punto en donde la caries ha llegado a la parte sensible interior de la pieza dental, produciendo dolor, por encontrarse en un estado avanzado.
En las visitas periódicas, el odontólogo puede llevar a cabo la realización de radiografías, en donde puede descubrir caries que no sean lo suficientemente profundas y que no se encuentren a la vista, ya que pueden encontrarse en el intersticio entre dos dientes, o cubierto de manchas que no la hacen visible a simple vista.
Las caries pueden provocar un dolor agudo y muy intenso cuando llegan a la dentina del diente. Esto significa que ha conseguido destruir el esmalte por completo y que el nervio del diente está más expuesto a las temperaturas de los alimentos que se ingieren, ya sean sólidos o líquidos, y también, por los alimentos dulces. Es importante, sin embargo, saber que no todas las caries son dolorosas. El odontólogo entonces procederá a limpiar el área atacada, obturando luego con un relleno sólido que pueda actuar sin contratiempos con la fortaleza que se necesita para la masticación.
Cuando no se realiza una higiene bucal permanente, se produce una acumulación de placa bacteriana y sarro, causantes principales del proceso de aparición de caries. Si bien la cavidad oral contiene de forma permanente, gran cantidad de bacterias, no todas ellas son las causantes de los ataques a la superficie de los dientes. Por eso, la alimentación y la consiguiente higiene dental con cepillo e hijos dentales, mantendrán al diente libre de ataques de la bacteria que específicamente produce estas lesiones, que es la Streptococcus mutans (con la influencia, en muchos casos, del PH de la saliva).